DECLARADAS DE INTERÉS TURÍSTICO PROVINCIAL DE LA COMUNIDAD VALENCIANA según Resolución de 15 de enero de 2009, de la consellera de Turismo y presidenta de l´Agència Valenciana del Turisme
Orígenes de las Fiestas en Honor a la Purísima.
Respecto a sus orígenes, tenemos que remontarnos al alarde militar que se realizaba en la Edad Media, como acto que se introduce en las fiestas locales, para pasar después a estar presente en la Fiesta de Moros y Cristianos. Hacia el siglo XVIII aparece la soldadesca, similar al alardo, pudiendo aparecer ambas denominaciones al mismo tiempo.
La primera soldadesca en honor a la Purísima tuvo lugar el 8 de diciembre de 1769, repitiéndose en años sucesivos. De este modo podemos afirmar que el origen de la devoción a la Inmaculada Concepción se remonta al siglo XVIII, cuando el obispo de Orihuela sustituye al tradicional patrón San Jaime por la nueva patrona. Así, las fiestas patronales pasarían de celebrarse de julio a diciembre, siendo el octavo día de éste mes el de la patrona. La fiesta religiosa surgida en el siglo XVIII, en su mayor parte financiada por los vecinos, también estará presente en las calles. Todo ello provocó la introducción de festejos populares en las tradicionales fiestas religiosas, y así, al tiempo que se oficiaban misas, sermones y procesiones, también encontramos máscaras, bailes, fuegos artificiales y soldadescas. Cabe destacar la inclusión de estas fiestas en el Expediente de Hermandades, Cofradías y Fiestas, citado en un cabildo de 1770. Este expediente fue realizado por el Consejo de Castilla para recoger datos de todas las hermandades, cofradías y fiestas que se llevaban a cabo en los pueblos de España y así controlar el desmesurado gasto que el Consejo consideraba que se realizaba en las fiestas.
Evolución de las Fiestas
La primera noticia que encontramos sobre la denominación de esta celebración como“Fiestas de Moros y Cristianos” la encontramos en 1881. Entre finales del s. XIX y principios del XX, la fiesta fue suspendida durante varios años. De 1919 a 1967, la fiesta se celebraba únicamente si la situación económica lo permitía, lo que no permitía que el número de festeros (entre 80 y 120) se ampliase. Será a partir de 1968 cuando la fiesta se consolide. La Unión de Fiestas de disolverá definitivamente en ese año y tendrá lugar la fundación de las tres comparsas: Moros, Cristianos y Contrabandistas, aumentado el número de festeros hasta 1100. Monforte del Cid es también uno de los siete socios fundadores de la UNDEF (Unión Nacional de Entidades Festeras).
Otro hecho a resaltar es el de la incorporación participativa de la mujer en la fiestas, hacia el año 1946, momento en que una mujer salió desfilando por primera vez como abanderada, acompañando al rey cristiano. Este hecho es especialmente relevante, teniendo en cuenta que Monforte del Cid es uno de los pocos municipios donde participan en la fiestas hombres y mujeres por igual, mientras en muchas poblaciones los estatutos prohíben la participación de las mujeres en la Fiesta.
Principales eventos Moros y Cristianos
En la actualidad, las fiestas se inician con la salida del tambor los cuatro domingos previos al 5 de diciembre, día en el que se inician los festejos con la denominada Alborada. Uno de los actos cumbre en la celebración de los Moros y Cristianos de Monforte del Cid es la Embajada que cada comparsa declama e interpreta con singular talento. Los desfiles generales resultan de especial vistosidad, dado al importante número de participantes que en ellos participan, pudiendo rondar en ocasiones una cifra que se acerca a las 2000 personas. La procesión del día 8 de diciembre y la entrega de banderas, son los actos que dan por finalizada la fiesta.